AMA: Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños.
SIMPLIFICA: Saber es simplificar sin restar esencia.
INSISTE: Repite, como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección.
ENSEÑA: Con intención de hermosura porque la hermosura es madre.
MAESTRO: Sé fervoroso. Para encender lámparas has de llevar fuego en tu corazón.
VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.
CULTIVATE: Para dar, hay que tener mucho.
ACUERDATE de que tu oficio no es mercancía, sino que es un servicio divino.
ANTES de dictar tu lección cotidiana, mira a tu corazón y ve si está puro.
PIENSA en que Dios te ha puesto a crear el mundo de mañana.
Gabriela Mistral…..